Giorgio Bevignani actualmente vive y trabaja cerca de Bolonia, donde moldea y forma conglomeraciones con diferentes formas. Su considerable creatividad surge en la elegante combinación de habilidad técnica y conocimiento conceptual. Su profundo estudio de la historia, la ciencia contemporánea, la mitología, la filosofía y las matemáticas influye enormemente en su trabajo. Usando pátinas especiales, tintes de fósforo y colores, su idiosincrasia de composición y forma, tan juguetona y mágica, combinada y fusionada con cierto encanto, crea algo nuevo para el mundo. El trabajo de Bevignani tiene una presencia real, su conexión con la naturaleza y la cultura, su plasticidad orgánica, su uso de espacios positivos y negativos, llenos de conciencia de la forma, crean un cuerpo de trabajo que parece flotar, que va más allá de nuestra comprensión de la gravedad, tiempo, espacio, luz y equilibrio. El papel espiritual más importante desempeñado por las esculturas en toda su complejidad le da una presencia finalmente tan humana en sus objetivos e intenciones.