Iconoclasta, irreverente, irónico, virtuoso, imaginativo, detallista, todos estos adjetivos servirían para hablar de Mario Soria (Barcelona, 1966). Profundo conocedor de la tradición pictórica occidental y de sus técnicas, se vale de ellas para subvertirlas con su particular sentido del humor. Tras su participación en la prestigiosa feria TEFAF en Mastricht en 1998 su obra ha sido recibida con éxito en numerosas ciudades europeas, así como en Asia y América. Ha expuesto en Los Ángeles, Atlanta, Nueva York, Miami, Londres, Taipei, Tokio, Estambul, Viena, Ginebra y Utrecht, entre otras. Su obra forma parte de importantes colecciones públicas y privadas a nivel internacional. Por su trayectoria está considerado como uno de los artistas españoles más consolidados y seguidos de su generación. Sus obras son una mezcla entre el pop art americano y la tradición europea (desde el Gótico hasta el Barroco), que a él le gusta llamar “surrealismo pop interestelar”. Entre sus influencias reconocidas se encuentran Velázquez, el Bosco o Moebius.