Raúl Romero se inicia tempranamente en el dibujo y la pintura, actividades ambas que desarrolló metódicamente, la pintura era él: pigmentos, lienzos, bastidores, nada le servía que no estuviera hecho de su propia mano. Y a partir de ahí creaba, experimentaba, llegando a ser el gran artesano de la pintura. En el 2017 se expuso su obra en la Galería Léucade de Murcia, primero una antología y paralelamente una muestra de cada una de las técnicas que experimentó a lo largo de su vida.