Art Madrid'24 – 20 ARTISTAS MUJERES QUE DEBES CONOCER EN ART MADRID’25

La presencia de mujeres artistas en el circuito del arte contemporáneo sigue marcada por una desigualdad estructural que, aunque ha mostrado avances recientes, aún evidencia una brecha de género significativa. Según el Informe sobre el Mercado del Arte Contemporáneo 2024 de Artprice, las artistas femeninas han logrado mayor visibilidad y protagonismo en el mercado. Entre 2023 y 2024, siete mujeres destacaron entre los diez mejores artistas ultra contemporáneos por facturación en subastas, y el número de transacciones relacionadas con ellas se ha triplicado en una década, alcanzando cifras récord en 2023. Sin embargo, estos avances, aunque alentadores, son insuficientes cuando se analizan desde una perspectiva global, reflejando una necesidad urgente de representación más equitativa y sostenida. En este contexto de transformación, el cambio ha sido impulsado por una revisión crítica de la Historia del Arte y el compromiso de actores clave en el ecosistema cultural. Las mujeres artistas, que históricamente han sido marginadas, emergen hoy como una fuerza que cuestiona los moldes establecidos.

Art Madrid’25 refuerza su apuesta por visibilizar a las mujeres artistas, reuniendo a veinte creadoras de diversas generaciones y geografías - incluyendo España, Portugal, Brasil, Cuba, Perú, Taiwán, Alemania, Sudán, Argentina y México - para destacar su fuerza y autenticidad. Esta selección privilegia no sólo la calidad de las propuestas, sino también su capacidad de interpelar al espectador, invitándonos a comprender el arte como un territorio plural y necesario. A través de esta iniciativa, invitamos tanto a coleccionistas como al público a descubrir y valorar una multiplicidad de perspectivas que, al encontrarse, enriquecen el panorama artístico contemporáneo.


Alba Lorente. C4 y C5. 2024. Tinta china y cartulina sobre cinta de carrocero. 70 x 92 cm.

ALBA LORENTE. Galería Carmen Terreros

Alba Lorente (Zaragoza, 1994) vive y trabaja en Madrid, aunque mantiene un fuerte vínculo con su ciudad natal. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Zaragoza, con un Máster en Producción Artística Interdisciplinar por la Universidad de Granada y un Doctorado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, su carrera no ha dejado de crecer. Reconocida con importantes premios, como la beca en Casa Velázquez y el galardón a la mejor artista aragonesa en 2023. Su trabajo se basa en la deconstrucción y regeneración de la materia, utilizando blanco y tinta china. Influenciada por la estética destructiva de algunos artistas latinoamericanos de los años 60, aborda la destrucción como una forma de creación y como una manera de canalizar las pulsiones humanas más intensas.


Ana Cardoso. ST. Acrílico sobre MDF. 2022. 100 x 100 cm.

ANA CARDOSO. Galeria São Mamede

Ana Cardoso (Oporto, 1980), es una de las voces más singulares del arte contemporáneo portugués. Licenciada en Artes Plásticas por la ESAP y Doctora en Arte y Diseño por la FBAUP, su trayectoria combina rigor académico y una creatividad que no deja de evolucionar. En su trabajo destaca el diálogo entre lo figurativo y lo abstracto a través de una composición que combina la serenidad del paisaje con la presencia de objetos o cuerpos humanos. Utiliza la simplificación formal para invitar al espectador a reflexionar sobre el tiempo y la memoria, explorando cómo los objetos cotidianos pueden convertirse en portadores de significado emocional e identitario.


Ana Pérez Ventura. Chopin, Étude op. 25nº1, m.112. 2024. Madera perforada, barniz acrílico incoloro. 40 x 40 cm.

ANA PÉREZ VENTURA. Galería Metro

Ana Pérez Ventura (Santiago de Compostela, 1981), es una artista visual profundamente influenciada por su formación como pianista clásica. Su obra, centrada en la pintura, busca traducir la esencia efímera del tiempo, propia de la música, en formas visuales tangibles. A través de una repetición rítmica, casi metronómica, crea un registro orgánico del paso del tiempo, transformando lo inasible en algo concreto y palpable. Con estudios en Bellas Artes y Música en Vigo, Barcelona, Ámsterdam y la Sorbona de París, donde obtuvo un máster en 2011, ha dedicado su vida a explorar el diálogo entre las artes visuales y la música, transformando lo efímero en tangible y dando forma y sustancia a la esquiva naturaleza del tiempo.


Brenda Cabrera. Instante de un jardín en llamas. 2024. Acrílico sobre lienzo. 81 x 57,2 cm.

BRENDA CABRERA. Collage Habana

Brenda Cabrera (La Habana, Cuba, 1997) es una artista visual y diseñadora graduada de la academia San Alejandro y la Universidad de las Artes (ISA). Su trabajo abarca diversas disciplinas como el dibujo, la pintura y los NFT, pero es su creación de un universo propio lo que la distingue: los Prototipos. Estos personajes híbridos diseñan sus propias políticas de coexistencia en un ecosistema autónomo que, a través de una reinterpretación de los roles de género, las políticas domésticas y la construcción de la identidad en la contemporaneidad, explora las complejas relaciones entre lo individual y lo colectivo. La artista construye su imaginario a partir de recuerdos de su infancia, marcados por las huellas visuales y materiales de la antigua Unión Soviética, y objetos familiares que configuran su visión artística.


Anna Guilhermina. Samaúma. 2024. Impresión UV en chapa de madera. 79 x 79 cm.

ANNA GUILHERMINA. Jackie Shor Projects

Anna Guilhermina (Brasil, 1980), construye paisajes imposibles que habitan entre el sueño y la realidad. Con una formación que abarca desde la Arquitectura y el Urbanismo hasta la fotografía y el arte contemporáneo, ha desarrollado una obra profundamente experimental que disecciona la naturaleza en capas visuales y materiales. Su lenguaje artístico, marcado por el montaje y la fragmentación, combina elementos como madera, vidrio, cobre y acrílico para crear escenarios que desafían la percepción. Estos paisajes no solo revelan un interés por la superposición de formas y texturas, sino que proponen un diálogo entre la figuración y los materiales, oscilando entre la solidez y la evanescencia.


Inés Jimm. Nudismo. 2024. Óleo sobre algodón. 73 x 80 cm.

INÉS JIMM. Canal Gallery

Inés Jimm (Sevilla, 1996) ha logrado convertir la vulnerabilidad en el centro de su obra, donde el sueño se presenta como un espacio de libertad absoluta. Con un Máster en Arte Digital e Ilustración (2020) y un Máster en Animación 2D (2021) por la Escuela Trazos, Jimm ha perfeccionado su técnica, que utiliza la pintura al óleo para capturar el momento preciso en que los cuerpos se despojan de sus roles y máscaras, mostrándose en su máxima fragilidad. Las ojeras, recurrentes en sus composiciones, no solo son un rasgo físico, sino un reflejo autobiográfico del cansancio existencial y de la tensión entre el descanso y el despertar. Su estilo, influenciado por Sorolla y Freud, invita al espectador a cuestionar la intimidad de esos momentos tan privados, generando una incomodidad que desafía las fronteras de la observación.


Carolina Bazo - Selva Roja. 2022. Foto performance, impresa en papel de algodón. 42 x 28 cm.

CAROLINA BAZO. O Art Project

Carolina Bazo (Lima, Perú, 1968) es una de las voces más destacadas del arte contemporáneo peruano, cuyas obras han cruzado fronteras para situarse en escenarios internacionales. Estudió pintura en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y perfeccionó su técnica en la Akademie der Bildenden Künste de Munich, Alemania. Su obra, que abarca desde el grabado hasta la escultura e instalación, se caracteriza por una reflexión constante sobre la identidad y la memoria. En los años noventa, en un contexto de agitación política y social en Perú, su trabajo se vinculó al activismo feminista, desafiando las narrativas impuestas y cuestionando la misoginia de la esfera cultural limeña. La obra de Bazo no solo pone en cuestión las estructuras sociales, sino que también invita al espectador a habitar un espacio entre lo lúdico y lo profundo, entre lo lleno y lo vacío, entre lo que es visible y lo que permanece oculto.


Suling Wang. Root of Wisdom. 2022-2023. Acrílico y óleo sobre tela. 176 x 176 cm.

SULING WANG. CHINI Gallery

Suling WANG (Taichung, Taiwán, 1963) comenzó desde temprana edad a tejer en su mente una relación compleja entre los mundos que la conformaban: el Oriente que la vio crecer cerca del río Dajia, y el Occidente que abrazó cuando se formó en la Central Saint Martins y el Royal College of Art de Londres. A través de sus grandes pinturas abstractas, Wang logra fusionar estos universos aparentemente opuestos, creando un lenguaje visual propio que cruza las fronteras culturales. Después de dos décadas en Londres, donde su arte ganó reconocimiento internacional, Suling Wang regresó al pequeño pueblo de Taichung, donde redescubrió la quietud que tanto necesitaba para continuar su exploración. Sus pinturas, ahora parte de importantes colecciones internacionales como las del Guggenheim de Nueva York y el MOCA de Los Ángeles, no son solo una fusión de técnicas y tradiciones, sino una profunda reflexión sobre el tiempo, el espacio y la memoria.


Claudia Doring Baez. Richard Pousette Dart - Thad Jones, 1955. 2023. Óleo sobre lienzo. 72 x 55.88 cm.

CLAUDIA DORING BAEZ. O Art Project

Claudia Doring Báez (Ciudad de México, 1956), ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Nueva York, donde se ha establecido como una de las voces más significativas de la pintura contemporánea. Su trabajo es un diálogo constante con la historia del arte y la literatura, una conversación que, a través de un lenguaje expresionista y renovado, se vuelve personal y única. Claudia adopta y reinterpreta detalles de la obra de grandes artistas de siglos pasados, desde el Expresionismo alemán hasta la poesía de Marcel Proust, pasando por Tiziano, Fra Angelico y Vermeer. A través de este proceso de apropiación y recreación, crea una obra que no solo dialoga con el pasado, sino que también lo transforma, llevando la tradición a un terreno nuevo, cargado de emoción y profundidad.


Tatiana Blanqué. Interferencias electromagnéticas en la naturaleza. 2023. Óleo y rotulador permanente sobre tira de obra original. 38 x 68 cm.

TATIANA BLANQUÉ. Galería Espiral

Tatiana Blanqué (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, 1971) es una artista visual de reconocido prestigio tanto a nivel nacional como internacional. Su formación en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona marcó el inicio de una carrera dedicada a la pintura y el volumen. Proveniente de una familia vinculada a la moda y la fotografía, Blanqué ha estado inmersa en la creatividad desde su infancia. La artista busca encapsular pequeños fragmentos de la realidad, observando la interacción entre las personas y su entorno, en espacios geométricamente ordenados que permiten una reflexión personal. Su trabajo se caracteriza por el uso de escenarios blancos y atemporales que invitan al espectador a interpretar lo que encuentra dentro de ellos.


Francesca Poza. Silencio. Cuando el silencio ilumina nuestra mirada. Las palabras se deshacen… Dedicado a todas las personas que padecen alzhéimer. 2023. Papel Hahnemühle de 300gr. Tarlatana teñida. 50 x 50 cm.

FRANCESCA POZA. Alba Cabrera Gallery

Francesca Poza (Mataró, 1965) ha desarrollado una obra artística que es, por encima de todo, un ejercicio de resistencia contra el olvido. Su formación en grabado y pastel, acompañada de estudios en diseño gráfico y forja, la ha llevado a un constante proceso de experimentación con el papel. Es conocida por su capacidad para transformar materiales sencillos, como el papel reciclado, en piezas cargadas de significado y emoción. Fundadora de la editorial Deep Edicions y del grupo de artistas GAP, Poza ha sido también docente, impartiendo su saber en diversos talleres y asociaciones, entre ellas la Escuela de Arte y Diseño Deià de Barcelona y la Asociación Catalana "La Llar" de Afectados por la Esclerosis Múltiple. Su labor ha sido reconocida en numerosas exposiciones individuales y colectivas, tanto en España como en el sur de Francia.


Inés Rubio Roa. Resaca en la jungla. 2024. Óleo sobre lienzo e hilo bordado. 100 x 150 cm.

INÉS RUBIO ROA. Moret Art

Inés Rubio Roa (Madrid, 1996), es una artista visual madrileña con un doble grado en Bellas Artes y Arquitectura. En su obra, el trabajo figurativo se convierte en una vía para dar forma a un universo onírico, repleto de elementos cargados de simbolismo personal y nostalgia. Su enfoque se mueve entre lo surrealista y lo empírico, fusionando la imaginación libre con la observación del mundo tangible. Para ella, pintar es un acto de exploración, un medio para transmitir sensaciones efímeras pero intensas, buscando siempre una conexión que trascienda el tiempo y la materialidad de la obra.


Joana Gacho. ST. 2023. Técnica mixta sobre papel. 33 x 65 cm.

JOANA GACHO. Trema Arte Contemporânea

Joana Gancho Évora, Portugal, 1980), se formó en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Lisboa en la especialidad de pintura. Su obra refleja una fascinación por la ciudad, un espacio que, para ella, se convierte en un escenario de encuentros anónimos y dinámicos. Los personajes que pueblan sus lienzos, despojados de rostro y carácter individual, se disuelven en la arquitectura, en la geometría que define el paisaje urbano. Juega con la idea de la ventana, como un límite a nuestra percepción, mostrando que la ciudad, aunque la observemos detenidamente, sigue existiendo más allá de lo que somos capaces de ver.


Katharina Arndt. Barceloneta Beach. 2023. Acrílico sobre lienzo. 190 x 450 cm.

KATHARINA ARNDT. Ting Ting Art Space

Katharina Arndt (Alemania, 1981) vive y trabaja entre Berlín y Barcelona. Formada en la Escuela de Arte de Braunschweig, obtuvo su Maestría en Bellas Artes bajo la dirección de John Armleder. Arndt utiliza medios como la película de PVC, el papel lacado y el plexiglás, combinando pintura acrílica brillante y marcadores de laca para abordar la cultura materialista y plástica de la era digital. En su obra adopta un enfoque crítico hacia la representación de la comunicación digital y el consumo masivo, reflejando una sociedad obsesionada con la imagen y el entretenimiento instantáneo. Las figuras en sus pinturas, caricaturescas y a menudo infantiles, representan el vacío y la superficialidad de una cultura donde la estética se ha convertido en la única prioridad, mientras que la conexión humana se diluye cada vez más.


Lara Padilla. Tiger Hunt. 2024. Técnica mixta sobre lienzo. 170 x 170 cm.

LARA PADILLA. 3 Punts Galería

Lara Padilla (Madrid, 1988), es una artista multidisciplinar cuyo trabajo abarca la pintura, la escultura, la danza, la performance y el diseño de moda. Con formación en Bellas Artes y Fotografía de Cine, Lara Padilla ha expuesto su trabajo tanto a nivel nacional como internacional en lugares como Art Basel Miami y el Museo de Zapadores de Madrid. Su obra, influenciada por artistas como Basquiat y Keith Haring, explora temas como la igualdad, el consumismo, la inmigración y la libertad de expresión. A través de sus obras figurativas, utiliza la deformación del cuerpo, el color y las texturas para reivindicar el poder de la representación femenina; considera el arte como una forma de intervención política, promoviendo la diversidad y la igualdad mediante una estética que desafía las normas y celebra la autenticidad.


Núria Torres. Santa Teresa sin éxtasis. 2019. Mármol Carrara. 50 x 26 x 20 cm.

NÚRIA TORRES. Inéditad Gallery

Núria Torres (Barcelona, 1976) es una escultora apasionada por transformar lo cotidiano en arte a través del mármol, la porcelana y el bronce. Tras diplomarse en Ingeniería, se dedicó a la escultura en la escuela Llotja de Barcelona, donde encontró su verdadera vocación. Su trabajo escultórico destaca por su dedicación y perfección técnica, especialmente en la manipulación de la piedra, que exige una precisión extrema. La escultora juega con la porcelana y el bronce para aportar versatilidad y robustez a sus piezas, que van desde pequeños detalles hasta grandes esculturas a escala monumental. A lo largo de su carrera, ha colaborado con artistas como Antoni Miralda y ha sido reconocida en diversas bienales internacionales. Su arte es figurativo, pero con una mirada contemporánea que agrega un toque de realismo, siempre buscando nuevas formas de expresión y representación.


Miska Mohmmed. Dusk. 2022. Acrílico y rotuladores sobre lienzo. 90 x 203 cm.

MISKA MOHMMED. OOA Gallery

Miska Mohmmed (Omdurman, Sudán, 1995), es una artista cuya obra trasciende las fronteras de la realidad y la imaginación. Vivir entre diferentes paisajes, desde los áridos del norte de Sudán hasta los vibrantes de Nairobi, Kenia, ha influido en su visión artística. Su formación en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sudán la llevó a desarrollar una técnica única en la que utiliza óleo y acrílico para crear paisajes semi-abstractos, plasmando la naturaleza a través de amplias líneas horizontales que evocan la atmósfera y el espíritu de los terrenos que la inspiran. Su arte refleja la interacción entre la realidad y la imaginación, ofreciendo una visión de un mundo cambiante y dinámico. Al captar la atmósfera de los paisajes, Mohmmed crea imágenes que no solo son visualmente impactantes, sino que también invitan a reflexionar sobre la transformación y el flujo continuo de la naturaleza y la memoria.


Marcela Jardón. Floating Landscape 5162. 2023. Técnica mixta sobre lienzo. 60 x 60 cm.

MARCELA JARDÓN. Uxval Gochez Gallery

Marcela Jardón (Buenos Aires, Argentina, 1964) es una artista multidisciplinaria cuyo trabajo ha trascendido fronteras. Formada en la Escuela Nacional de Bellas Artes de la Universidad Nacional de las Artes en Buenos Aires, su obra ha sido exhibida en diversas ferias y eventos internacionales en América, Europa y Asia, consolidándose como una figura destacada en el arte contemporáneo. Actualmente, radicada en Barcelona, su trabajo se despliega en una variedad de disciplinas, abarcando desde la pintura hasta la escultura, pasando por el arte digital. Las piezas de Jardón han encontrado su lugar en colecciones públicas y privadas a nivel mundial, una clara muestra del impacto de su labor creativa.


Wang Guan - Jhen. Colección de fragmentos.Núm.62. 2023. Técnica mixta sobre lienzo. Dimensiones variables.

WANG GUAN-JHEN. Yiri Arts

Wang Guan-Jhen (Taiwán, 1992) , es una artista cuya obra explora los temas del aislamiento y la soledad con una intensidad emocional única. Tras obtener su Maestría en Bellas Artes en la Universidad Nacional de las Artes de Taipéi en 2018, ha creado piezas que transmiten una sensación de desolación, como si sus personajes flotaran en un espacio vacío, tocados solo por destellos fugaces de calidez, antes de ser nuevamente envueltos por la oscuridad. Sus obras, con expresiones aparentemente indiferentes, desvelan historias profundas de pérdida y desesperación, donde la tensión emocional subyacente se traduce en suspiros llenos de ternura, como una delgada línea entre la racionalidad y la pasión, lo que las hace especialmente cautivadoras. Su obra forma parte de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes de Taiwán, consolidándose como una de las voces más destacadas del arte contemporáneo de su país.


Brigitte Marionneau. Contenir le vent 10 V. (BM032).2023. Cerámica. 32 x 25 x 10 cm.

BRIGITTE MARIONNEAU. Pigment Gallery

Brigitte Marionneau (Francia, 1955), ha forjado una carrera en la escultura contemporánea marcada por una sensibilidad que trasciende lo visible. Sus obras, que exploran la relación entre el cuerpo humano, el espacio y la naturaleza, no se limitan a ser formas estáticas, sino que invitan a una reflexión profunda sobre la existencia y la percepción. Utilizando materiales como piedra, bronce, mármol y acero, la artista crea piezas que, aunque minimalistas en su estética, cargan con una enorme carga emocional. En ellas, el espacio vacío nunca es ausente, sino que dialoga con la solidez de la materia, sugiriendo un equilibrio entre la fragilidad y la firmeza, entre lo visible y lo intangible.

La pintura, en su sentido más clásico, se ha considerado tradicionalmente un medio representativo de la creatividad humana, definido por el soporte, los pigmentos y la figura. Sin embargo, el arte contemporáneo ha empujado este concepto hacia una redefinición radical. Lo que antes era una superficie bidimensional limitada a la representación visual ha mutado en una experiencia multisensorial que incluye el espacio, el tiempo y la interacción. En este contexto, la pintura expandida emerge como un campo de experimentación que nos invita a reconsiderar los límites entre disciplinas y las formas tradicionales de hacer arte.

En sus inicios, la pintura se concibió como un acto de representación; un medio visual cuya función principal era capturar la realidad a través de la imagen. Desde el Renacimiento hasta el Impresionismo, los artistas desarrollaron técnicas y enfoques con el objetivo de aproximarse cada vez más a la representación exacta de la naturaleza, el cuerpo humano o la luz.


Paco Díaz. TDE Carne y Piedra. Óleo sobre papel encolado a madera. 50 x 50 cm. 2024.


La historia de la pintura estuvo marcada por la obsesión por la perspectiva, la proporción y la armonía. Sin embargo, a medida que avanzamos hacia el siglo XX, las vanguardias artísticas comenzaron a desafiar esas convenciones. El cubismo, el surrealismo, o la abstracción, dieron paso a nuevas formas de concebir el acto pictórico, que ya no se limitaba a imitar la realidad, sino que aspiraba a deconstruirla, a reconfigurarla... Esta ruptura con la tradición visual fue solo el comienzo de una serie de transformaciones que llevarían a la pintura a territorios nunca antes explorados.

La pintura expandida, un término acuñado para describir esta evolución, se refiere a la ampliación de las posibilidades del medio, tanto en su materialidad como en su contexto. La experimentación con nuevos soportes, la fusión de medios y la disolución de las fronteras entre pintura y escultura, arquitectura o performance son algunos de los aspectos más destacados de esta tendencia. En lugar de limitarse al lienzo o la tabla, los artistas contemporáneos han incorporado materiales como madera, plástico, metal, vidrio, e incluso elementos digitales.


Alexander Grahovsky. La voluntad inquebrantable del espíritu. Óleo, spray y lápices de colores sobre lienzo. 46 x 61 cm. 2024.


La superficie plana ha dejado paso a un concepto de espacio más amplio, más tridimensional, donde la pintura puede habitar no solo el soporte, sino también el espacio circundante, invitando al espectador a una interacción directa. Muchas de estas rupturas son apreciables en la obra de artistas que emplean materiales pesados y texturizados para dotar a sus piezas bidimensionales de una calidad escultórica. La noción de la pintura como objeto ha desaparecido en favor de una experiencia espacial que abarca tanto lo visible como lo conceptual.


Luis Miguel Rico. ST de la serie Arena. óleo sobre lino. 140 x 100 cm. 2024.


En esta misma línea de expansión de fronteras se encuentra Luis Miguel Rico, quien, mediante una serie de exploraciones matéricas que combinan pigmentos, telas y texturas, aborda la relación entre el color y el espacio, buscando un equilibrio entre lo emocional y lo formal. Su propuesta se centra en la transformación del lienzo tradicional, invitando al espectador a reconsiderar el potencial de la pintura como medio de expresión tridimensional.


Jan Schüler. Dresden Die Elbe Bei Wachwitz. Óleo sobre lino. 70 x 90 cm. 2024.

Jan Schüler, por su parte, puede verse como un puente entre la pintura clásica y la contemporánea. Su enfoque introspectivo, donde los retratos y paisajes son más que representaciones visuales, resalta la interacción del espectador con la obra. A través de su mirada directa hacia el espectador, los personajes en sus retratos desafían la concepción tradicional de la pintura como un medio pasivo, invitando a una reflexión emocional y personal.


César Goce. Liquid shadows. Óleo sobre madera. 58 x 42 cm. 2023.


César Goce, a partir de sus influencias del graffiti y la pintura tradicional, lleva la pintura expandida a su propia dimensión al integrar el arte urbano con las técnicas académicas. Su enfoque se alinea con la disolución de las fronteras entre disciplinas, al incorporar el graffiti, un medio contemporáneo, en un formato de estudio que puede ser considerado tradicional. Esto refleja el proceso de la pintura expandida, en donde los artistas contemporáneos juegan con las fronteras de los medios para crear una experiencia híbrida.

La expansión del medio pictórico no sólo se refiere a la elección de materiales, sino también a la redefinición de lo que entendemos por "pintura". En este contexto, la pintura ya no se limita a la representación de lo real o lo visible, sino que se convierte en un campo para explorar lo invisible, lo subjetivo y lo emocional. En lugar de trabajar con una perspectiva única o un estilo definido, los artistas contemporáneos operan con una multiplicidad de lenguajes, donde el proceso y la acción creativa se convierten en elementos esenciales de la obra. La espontaneidad, el error, la improvisación y la deconstrucción del gesto se han integrado en la práctica pictórica, generando obras que no solo invitan a la contemplación, sino que también generan una reflexión activa sobre la naturaleza del arte.


Federico Uribe. Naturaleza muerta. Casquillos de bala. 65 x 75 cm. 2020.


Federico Uribe, a través de sus ensamblajes de objetos cotidianos, propone una visión radicalmente diferente de la pintura expandida. Aunque no se adscribe directamente a la pintura tradicional, su uso de materiales no convencionales como casquillos de bala o trozos de lápices de colores genera un punto de contacto entre la pintura, la escultura y la naturaleza. La forma en que Uribe reinterpreta los objetos cotidianos se relaciona con la expansión de la pintura más allá de los límites del lienzo, sugiriendo una nueva forma de pensar sobre el medio y su función.

El uso de soportes no convencionales y la incorporación de elementos performativos son también aspectos fundamentales de la pintura expandida. Al tomar la pintura fuera de su espacio tradicional, los artistas invitan al espectador a involucrarse de manera más activa, a participar en la obra.

El advenimiento de las tecnologías digitales ha proporcionado a los artistas una nueva paleta de posibilidades. La pintura, entendida como una acción o proceso, ahora puede ser simultáneamente una creación en la que lo digital se mezcla con lo tradicional, demostrando que la pintura no tiene por qué estar atada a un solo medio. Esta integración de lo digital no solo amplía las herramientas del pintor, sino que también plantea una pregunta sobre la esencia misma del arte: ¿Es necesario que la pintura conserve su carácter físico y material para seguir siendo pintura, o puede trascender hacia lo virtual y lo efímero sin perder su esencia?


CHOU Ching-Hui. Una Tierra Prometida: El Planeta de los Ángeles No.9. Impresión Inkjet. 148 x 290.8 cm. 2023.


Chou Ching-Hui y su enfoque fotográfico también se alinean con la idea de ampliar los límites del arte tradicional. Su transición del fotoperiodismo a la fotografía artística demuestra cómo el medio fotográfico puede interactuar con las obras pictóricas, generando una nueva forma de experimentar y reflexionar sobre la realidad. La transformación de lo real a lo conceptual que realiza Ching-Hui en sus proyectos es una manifestación clara de la pintura expandida, que ahora integra otras disciplinas visuales.

En este sentido, la pintura expandida no solo se define por la innovación técnica o material, sino por un enfoque más filosófico del arte. Al eliminar las barreras entre las disciplinas y ampliar los límites del medio, los artistas contemporáneos desafían nuestras concepciones sobre el papel del arte en la sociedad. La pintura, en lugar de ser un proceso cerrado y estático, se convierte en una práctica abierta, en constante diálogo con el entorno y el espectador. El acto de pintar ya no es solo una transcripción de la realidad, sino una intervención activa sobre ella.

Alexander Grahovsky. Ojalá picaras como un cardo. Óleo, spray y lápices de colores sobre lienzo. 33 x 41 cm. 2024.


En el caso de Alexander Grahovsky, su trabajo de tratamiento pictórico surrealista fusiona lo clásico y lo contemporáneo, uniendo elementos figurativos con lo onírico. Su obra invita a una reflexión constante sobre lo que va más allá de la superficie, disolviendo los límites de la representación en un enfoque que resuena con la idea de la pintura expandida.


Tiffany Alfonseca. La Barbie que no venden en las tiendas. 183 x 152 cm. Acrílico, lápices, brillo y pedrería sobre lienzo. 2023.

Mientras que Tiffany Alfonseca ofrece un enfoque que también trasciende la pintura en el sentido tradicional. Sus vibrantes retratos no solo representan a las comunidades afrodiaspóricas, sino que abren una reflexión sobre temas de raza, identidad y representación. A través de sus obras, la pintura se convierte en un vehículo para amplificar voces históricamente silenciadas, llevando el acto pictórico hacia una intervención social y política, lo que invita al espectador a una experiencia más allá de lo visual.


Paco Díaz. RIBERA. Óleo sobre papel encolado a madera 50 x 50 cm 2024.


Paco Díaz pone énfasis en la relación del espectador con la obra, generando un espacio para la reflexión sobre lo personal, lo colectivo y lo político. Con su enfoque en lo cotidiano, nos invita a reconsiderar los elementos más simples de nuestra vida diaria a través de una pintura cargada de emoción y significado. A través de sus composiciones, Díaz juega con la nostalgia y la memoria, creando obras que son tanto un tributo a lo común como una exploración del ser.


Iyán Castaño. Corrientes circulares. Gráfica experimental sobre lienzo. 130 x 100 cm. 2024.


Iyán Castaño nos muestra cómo la pintura se adapta a la era contemporánea, donde las técnicas de grabado, la intervención directa sobre el paisaje y la exploración de lo social y lo personal ofrecen un campo amplio para la reflexión sobre el arte. Al trabajar con las condiciones cambiantes del mar, integra la naturaleza en su obra de una manera que difumina las fronteras entre la pintura y la intervención ambiental.


Antonio Ovejero. La lata de tomate. Óleo y acrílico sobre tabla. 50 x 35 cm. 2024.

Antonio Ovejero fusiona lo kitsch y lo popular, desafía las concepciones tradicionales de la pintura. A través de una mezcla de elementos visuales de la cultura masiva, su obra explora las tensiones entre lo banal y lo artístico, creando un espacio donde lo kitsch adquiere una relevancia estética y crítica. Ovejero invita al espectador a cuestionar la relación entre el arte y la cultura popular, proponiendo una reflexión sobre la nostalgia, el consumismo y las estéticas de lo cotidiano.


Paco Dalmau. A Borderline of Gules. Técnica mixta sobre lienzo sobre tablero. 36 x 36 cm. 2024


Paco Dalmau, por su parte, se dedica a la reflexión sobre el color y la forma dentro de la pintura contemporánea. Su trabajo se caracteriza por una exploración profunda de la interacción entre estos elementos, donde la estructura y la composición se convierten en vehículos de comunicación. Dalmau descompone la pintura tradicional, llevando al espectador a una experiencia sensorial en la que el color y la forma se perciben no solo visualmente, sino también emocionalmente, expandiendo los límites del medio hacia una mayor interacción con el espectador.


La pintura ha dejado de ser un medio limitado a la representación visual para convertirse en una disciplina en constante expansión al cuestionar lo que entendemos por arte pictórico, los artistas de la pintura expandida no solo están ampliando las fronteras de su disciplina, sino también invitando a una reflexión más profunda sobre el papel del arte en nuestra comprensión del mundo. En conclusión, la pintura contemporánea ha evolucionado hacia un espacio de libertad creativa sin precedentes. La pintura expandida redefine los límites entre disciplinas, materiales y significados, invitando tanto a artistas como a espectadores a participar en una reflexión activa sobre la naturaleza del arte y su relación con la sociedad. Lejos de ser una disciplina cerrada, la pintura se presenta hoy como un campo abierto, en constante diálogo con el presente y sus infinitas posibilidades.