Art Madrid'26 – Daniel Bum – Autorretrato ii (2025)


sobre Daniel Bum
Villena, 1994
Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Daniel Bum desarrolla su práctica pictórica dentro del marco contemporáneo de la nueva figuración, donde confluyen influencias del art brut, la estética naif, el manga y el arte urbano. Su obra configura un territorio híbrido en el que conviven referencias visuales dispares bajo una lógica narrativa profundamente personal y subjetiva.
Alejado de la representación mimética, sus lienzos no ilustran escenas reales, sino que reformulan fragmentos de memoria, estados emocionales y pensamientos a través de un lenguaje visual directo y deliberadamente esquemático. En esta construcción simbólica, lo vivido se entrelaza con lo ficticio, generando imágenes cargadas de ambigüedad y resonancia afectiva. Sus composiciones están habitadas por figuras solitarias, representadas frontalmente, con miradas ausentes y gestos mínimos que acentúan su vulnerabilidad. Estos personajes, de apariencia accesible y casi entrañable, revelan sin embargo una dimensión enigmática, marcada por una tensión latente. Esa ambivalencia —entre lo tierno y lo inquietante, lo familiar y lo inexplicable— es una de las claves expresivas de su trabajo.
La huella del art brut se manifiesta en la libertad formal, la espontaneidad del trazo y la economía de recursos; la estética naif aporta una simplicidad que funciona como estrategia de distanciamiento más que como ingenuidad. El manga introduce códigos visuales contemporáneos a través de la estilización de los rostros y la frontalidad de la escena, mientras que el graffiti y el arte urbano se reflejan en la fuerza gráfica de sus composiciones y en su inmediatez comunicativa. Daniel Bum construye así un imaginario pictórico que no pretende representar la realidad, sino reescribirla desde una mirada introspectiva, donde cada obra funciona como un dispositivo narrativo capaz de activar zonas sensibles de la experiencia individual y colectiva. En su pintura, la emoción se convierte en forma, y lo simbólico se materializa en imagen, conformando una poética visual que interpela desde la aparente sencillez.


















