Art Madrid'26 – ARTE E INTELIGENCIA ARTIFICIAL: ¿EL FIN DE LA CREATIVIDAD HUMANA?

Los usos de la inteligencia artificial (IA) se extienden a diversos aspectos de nuestra realidad con potenciales aplicaciones que van desde el diseño de patrones de comportamiento social, la predicción de fluctuaciones económicas o el tratamiento de datos para el desarrollo de medidas políticas en tiempos de crisis. Todo ello nos muestra un porvenir futurista que aún seguimos viendo como una película de ciencia ficción, quizás en gran parte, debido a la abundancia de explicaciones y el uso de términos que nuestras mentes aún no son capaces de trasladar a un plano tangible. Además, la unión de los vocablos “inteligencia” y “artificial” para referirse a estos avances, genera a su vez una sombra de duda sobre el valor que la intervención humana sigue teniendo en este contexto. ¿Llegaremos a ser prescindibles?

Pierre Fautrel, del colectivo Obvious, “Edmond de Bellamy”. Retrato creado con IA, 2018. (Imagen de Christie's)

El mundo del arte no es ajeno a esta realidad y muchos aventuran que el arte realizado mediante inteligencia artificial será el gran movimiento artístico del siglo XXI. Aunque las investigaciones sobre estos métodos comenzaron en las últimas décadas del siglo pasado, el asunto ganó popularidad desde que en agosto de 2018 se subastó por primera vez en Christie’s una obra realizada por inteligencia artificial: Portrait of Edmond de Belamy (2018) que fue vendida tras más de seis minutos de pujas por 380.000 euros. Al poco tiempo, sucedía otro tanto con Memorias de los transeúntes I (2019) de Mario Klingemann, subastada en Sotheby’s por 46.450 euros.

Es un hecho que en los últimos años, el arte y la inteligencia artificial (IA) han comenzado a converger en un campo creativo emergente. La IA ha demostrado ser una herramienta valiosa para los artistas que buscan nuevas formas de expresión y exploración creativa. Desde la producción de arte generado por algoritmos hasta la interacción entre humanos y robots, la IA se ha posicionado como una herramienta para abrir nuevos caminos en el mundo del arte. Una de las aplicaciones más notables de la IA en el campo de las prácticas artísticas es la producción de arte generativo o procedural. Y es que los algoritmos pueden aprender patrones y estilos artísticos y luego crear nuevas obras de arte basadas en ese conocimiento. Esto ha llevado a la creación de un tipo de piezas disruptivas y sorprendentes. Además, la IA está permitiendo a los artistas crear proyectos interactivos que cambian en tiempo real en función de la interacción con los espectadores. Por ejemplo, los visitantes de una exposición pueden interactuar con un robot artista que usa IA para crear obras de arte únicas basadas en la conversación y los gestos de la experiencia a nivel usuario.

Entre los principales inconvenientes que surgen al tratar el arte realizado con inteligencia artificial es el cuestionamiento de la autoría, concepto que, en el territorio de la producción artística, está íntimamente vinculado a la creatividad, el talento o la genialidad. El temor de ser sustituidos por una máquina levanta suspicacias. Y posiblemente no sea tanto por reconocer el alarde técnico de programar un algoritmo capaz de crear una obra de arte, sino por la inseguridad que produce en el espectador el no poder distinguir si una pieza ha sido creada por un ser humano o por una máquina. Es un terreno resbaladizo, que sin duda, afecta a algunos de los principios fundamentales de nuestra concepción del arte y la creatividad, pues siempre hemos considerado que estas son cualidades genuinamente humanas e imposibles de replicar.

Mario Klingemann, "Memories of Passersby I". Instalación de la obra subastada en Sotheby's. (Imagen de La Vanguardia)

En conexión con este tema, surgen otras dificultades como el reconocimiento de la autoría y los derechos de propiedad intelectual asociados a la obra. ¿Quién es el verdadero creador? ¿Podría un algoritmo ver reconocidos sus derechos de copyright? En realidad, la respuesta a estas incógnitas es sencilla, ya que tales derechos sólo son aplicables a los seres humanos. El futuro, no obstante, está por escribir y quizás lleguemos a un mundo distópico (o utópico) donde las máquinas disfruten también de este reconocimiento. Mientras eso no suceda, la inteligencia artificial siempre será el resultado de un trabajo de diseño y programación auténticamente humanos que da lugar a los códigos y algoritmos que luego se emplean, en este caso, para crear arte. Aunque existe el término “creatividad computacional” para referirse al estudio del comportamiento del software cuya actuación y resultados pueden considerarse creativos, aún no se ha dado la tesitura en que dudemos de la creatividad humana. De hecho, en los años 50 se había diseñado el test Turing para analizar el grado de inteligencia que mostraba un software. Conforme a este método, si en un conjunto de objetos, en el que se habían mezclado algunos hechos por ordenador y otros hechos por el hombre, no se podían distinguir unos de otros, entonces es que el software inteligente funcionaba correctamente. La prueba original consistía en un listado de preguntas que la máquina debía responder, algo muy similar a los interrogatorios representados en Blade Runner para identificar a los replicantes.

Lars Dietrich, “Lily. A Modernised Music Box”. Colección SOLO.

Hoy sabemos que el concepto de inteligencia es una noción compleja y que viene determinada por muchos factores del individuo, por lo que dar una respuesta coherente a una pregunta dada no sería suficiente para determinar si hay verdadera inteligencia. Es más, este calificativo aplicado a los códigos programados de la actualidad viene a identificar más bien la “autonomía” con la que estos software y algoritmos trabajan. En todo ello conviene tener presente que para generar una nueva obra, es necesario alimentar previamente una base de datos que permita al código identificar patrones y replicarlos en una creación diferente. Nada de esto puede hacerse solo; desde la elección del banco de imágenes hasta la configuración del sistema de codificación específico que se elabora, cuya sintaxis puede orientar a la máquina a identificar movimiento o identificar retratos, el factor humano sigue siendo imprescindible.

Obra creada con DeepDream. Programa desarrollado por investigadores de Google en 2015.

Aunque nos asalten las dudas y la incertidumbre, debemos reconocer que la incorporación de la inteligencia artificial abre un horizonte de posibilidades infinitas en el que muchos creadores quieren adentrarse. Se trata de una ventana más de exploración que contribuye a expandir los límites de lo factible y facilita nuevos lenguajes en los que muchas veces se requiere la intervención del espectador. Desde hace tiempo, y especialmente desde el comienzo del nuevo milenio, el arte quiere trascender sus espacios habituales y superar la tradicional relación contemplativa que durante amplios períodos de tiempo ha mantenido con el público. Ahora se hace necesario que el mensaje cale a través de una participación activa de los espectadores, que sea precisamente el público quien ayude a completar el discurso o intervenga de algún modo en el resultado final de las obras. Y para esto, la inteligencia artificial es una herramienta que permite explorar nuestra creatividad hasta donde seamos capaces de permitírselo.

 

ART MADRID’26: 21 AÑOS DE ARTE CONTEMPORÁNEO



Art Madrid celebra en 2026 su 21.ª edición, consolidándose como un referente del arte contemporáneo en España. Del 4 al 8 de marzo, en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, la feria reunirá a treinta y cinco galerías nacionales e internacionales. Así, regresa a su cita durante la Semana del Arte de Madrid y reafirma su papel pionero al expandir la agenda del calendario ferial, ofreciendo un diálogo abierto y enriquecedor en el que conviven diversas propuestas artísticas.


A lo largo de su trayectoria, Art Madrid se ha convertido en un referente dentro del panorama del arte contemporáneo, destacando por su compromiso con la visibilidad de galerías emergentes y consolidadas, así como por su vocación de acercar el arte contemporáneo a públicos diversos.

Lejos de configurarse como una feria comisariada bajo una única línea curatorial, Art Madrid potencia la diversidad de su propuesta, respetando el ADN de cada expositor y promoviendo un ecosistema creativo plural que refleja la riqueza y las diferencias del panorama artístico actual.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano


PROGRAMA DE GALERÍAS: UN MAPA ACTIVO DE LA CREACIÓN CONTEMPORÁNEA


El Programa de Galerías constituye el corazón de Art Madrid’26. Para esta edición, treinta y cinco galerías nacionales e internacionales participarán en un espacio que celebra la experimentación, los lenguajes híbridos y la producción artística más reciente. La selección de las propuestas constituye un mosaico representativo de las estéticas, los discursos y las prácticas contemporáneas que están modelando el presente del arte en Europa.

La Galería de Cristal del Palacio de Cibeles volverá a transformarse en un espacio dinámico donde las propuestas expositivas dialogan entre sí, invitando al público a recorrer narrativas visuales que muestran la evolución de los diferentes lenguajes contemporáneos. Obras que experimentan con nuevos soportes, investigaciones formales que reformulan técnicas tradicionales, piezas que reflexionan sobre los vínculos entre tecnología y humanidad, y aproximaciones poéticas que exploran el territorio, la identidad o la memoria, conforman un recorrido plural, estimulante y abierto a múltiples lecturas.

Art Madrid, además, continúa apostando por convertirse en una plataforma de descubrimiento, permitiendo que tanto profesionales como visitantes identifiquen nuevas voces y consoliden relaciones con artistas que ya se perfilan como referentes dentro del tejido cultural contemporáneo.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano


EXPOSITORES NACIONALES E INTERNACIONALES

Treinta y cinco galerías participan en esta edición, de las cuales veintisiete repiten tras haber encontrado en la feria un entorno propicio para fortalecer vínculos, ampliar su visibilidad y promocionar la producción visual de sus artistas en un contexto internacional.

De estas, veintiséis son galerías españolas, procedentes de diferentes regiones del país:

3 Punts Galería (Barcelona), Alba Cabrera Gallery (Valencia), Aurora Vigil-Escalera (Gijón), CLC ARTE (Valencia), DDR Art Gallery (Madrid), Est_ArtSpace (Madrid), g • gallery (Barcelona), Galería Arancha Osoro (Oviedo), Galería BAT alberto cornejo (Madrid), Galería Beatriz Pereira (Plasencia), Galería Carmen Terreros (Zaragoza), Galería Espiral (Noja), Galería La Mercería (Valencia), Galería Luisa Pita (Santiago de Compostela), Galería María Aguilar (Cádiz), Galería Metro (Santiago de Compostela), Galería Rodrigo Juarranz (Aranda de Duero), Galería Sigüenza (Sigüenza), Gerhardt Braun Gallery (Palma de Mallorca | Madrid), Inéditad Gallery (Barcelona), Kur Art Gallery (San Sebastián), LAVIO (Murcia | Shanghái), Moret Art (A Coruña), Pigment Gallery (Barcelona), Shiras Galería (Valencia) y Uxval Gochez Gallery (Barcelona). Esta representación subraya la importancia del tejido galerístico español y su contribución a la consolidación del ecosistema cultural contemporáneo.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano


Mientras que las nueve galerías internacionales que formarán parte de esta edición son:

Banditrazos Gallery (Seúl, Corea del Sur), Collage Habana (La Habana, Cuba), Galeria Sâo Mamede (Lisboa, Portugal), Galerie ONE (París, Francia), KANT Gallery (Copenhaguen, Dinamarca | Palma de Mallorca, España), Loo & Lou Gallery (París, Francia), Nuno Sacramento Arte Contemporânea (Ílhavo, Portugal), Trema Arte Contemporânea (Lisboa, Portugal) y Yiri Arts (Taipéi, Taiwán). Su participación amplía la proyección internacional de la feria y favorece un intercambio creativo y conceptual entre diversas perspectivas artísticas.

Además, ocho galerías nuevas, se incorporan a la nómina de expositores:

Banditrazos Gallery (Seúl, Corea del Sur), Est_ArtSpace (Madrid, España), g • gallery (Barcelona, España), Galería Beatriz Pereira (Plasencia, España), Galerie ONE (París, Francia), Galería Sigüenza (Sigüenza, España), Gerhardt Braun Gallery (Palma de Mallorca | Madrid, España) y KANT Gallery (Copenhaguen, Dinamarca | Palma de Mallorca), reforzando el compromiso de Art Madrid con la renovación continua y la apertura a espacios que están trazando caminos innovadores dentro de la creación contemporánea.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano


PROGRAMA PARALELO: UNA REFLEXIÓN SOBRE LAS “ESPECIES” DE ESPACIOS


Uno de los grandes atractivos de Art Madrid es su Programa Paralelo, que esta vez, profundiza en las nociones de “fragmentos, relaciones y distancias imaginarias”. Este enfoque convierte a la feria en un espacio expandido donde convergen obra, público, arquitectura y memoria. Así, el Programa Paralelo propone un acercamiento crítico al propio contenedor del evento. Tomando como referencia la lectura de Especies de espacios de Georges Perec (Perec, Georges. Especies de espacios. Montesinos, 2004.), adopta un marcado interés por lo cotidiano, por aquello que suele pasar desapercibido, lo infraordinario, otorgando a cada rincón del recinto un valor narrativo propio.

Otra de las referencias conceptuales de la edición parte de un análisis de la Poética de la Relación de Édouard Glissant (Glissant, Édouard. Poética de la relación; prólogo de Manuel Rebón.- 1a ed. - Bernal: Universidad Nacional de Quilmes, 2017.), que reivindica la coexistencia de las diferencias y la importancia de los vínculos no totalizadores. Estas ideas se extrapolan al sistema del arte, proponiendo una comprensión del mismo como un entramado de intercambios y conexiones que respetan la singularidad de cada práctica y actor cultural.

Las “distancias imaginarias”, entendidas como recorridos subjetivos y cartografías afectivas trazadas por los visitantes, se convierten así en el eje conceptual que articula el programa. Esta mirada transforma la feria en una experiencia que va más allá de la mera contemplación visual, convirtiéndola en un territorio susceptible de ser reconstruido de manera colectiva, sin perder de vista los caminos por los que ha transitado la individualidad de cada voz.

En esta edición, el Programa Paralelo invita al espectador a asumir un papel activo frente al espacio y a los proyectos que lo constituyen, transformando la contemplación en un acto de interrogación y cohabitación, con aquello que de manera cotidiana, podría pasar desapercibido.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano


En la antesala y durante la Semana del Arte, Art Madrid’26 propone diversas experiencias que permiten al público acercarse al proceso creativo y a las prácticas de los artistas participantes. Entre las iniciativas que regresan, se encuentran el Programa de Entrevistas, los Recorridos comisariados y de mediación cultural, la tercera edición de Open Booth, dedicado a la creación emergente, la presentación del Espacio Nebrija, un proyecto universitario en colaboración con la Universidad Nebrija y la feria consolida su Ciclo de Performance.

Regresan además, el Programa de Coleccionismo One Shot Collectors y la segunda edición del Programa de Mecenazgo. Estas iniciativas buscan fortalecer el vínculo entre coleccionistas, artistas y público, promoviendo prácticas éticas, informadas y responsables en el coleccionismo y el mecenazgo.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano


Art Madrid’26 se consolida como un espacio de encuentro dinámico donde convergen experiencias, discursos y prácticas diversas. Una feria de arte contemporáneo que potencia la diversidad de su propuesta como principio estructurante, respetando el ADN de cada expositor y fomentando un ecosistema creativo plural. Esta pluralidad no es meramente formal, sino que se traduce en un entramado de prácticas, lenguajes y perspectivas que refleja la complejidad, la riqueza y las tensiones del panorama artístico contemporáneo, convirtiéndose en un catalizador de relaciones culturales, un observatorio de tendencias emergentes y un punto de referencia internacional para la escena artística española.

BIENVENID@S A ART MADRID'26