CUANDO EL ARTE NO NECESITA ESPACIO
15 oct. 2019
exposiciones
El camino hacia lo virtual es un hecho. La entrada en el nuevo milenio ha supuesto un cambio en muchos de nuestros hábitos y gran parte de las novedades vienen de manos de la tecnología. No es necesario recordar que desarrollamos nuestro día a día con una ventana abierta a un mundo infinito, al que accedemos a través de nuestros teléfonos y ordenadores. Es lo más próximo que existe al don de la ubicuidad.
Esta realidad también ha tenido su impacto en el arte. Las propuestas que apuestan por dar más visibilidad a los artistas y su obra a través de proyectos accesibles de manera virtual están solo en el comienzo de su andadura. Las posibilidades son cada vez mayores y la riqueza de las iniciativas también. La inversión tecnológica en el sector va en aumento y la exploración de la conexión con la esfera digital abre numerosas puertas al futuro. No son pocas las galerías que organizan visitas virtuales de sus exposiciones, las ferias se afanan por dejar registro del evento para que la gente pueda revivir la experiencia, y los propios artistas se adentran en este terreno para dar cabida a nuevas obras.
En este contexto, muchos se plantean: ¿la experiencia de vivir el arte es posible en el mundo virtual? ¿qué otras sensaciones pueden surgir? Estas preguntas son el punto de partida del proyecto “Intangibles” que la Fundación Telefónica inaugura esta semana simultáneamente en sus sedes de Ciudad de México, Mar de Plata, Montevideo, Bogotá, Quito, Santiago de Chile, Lima y Madrid. La exposición se presenta como una iniciativa que quiere romper barreras físicas, superar las limitaciones que impone el espacio físico y abrir una ventana al arte digital y la tecnología, con obras de la propia colección de la fundación que podrán disfrutarse de manera simultánea en una experiencia compartida.
Entre Joaquín Torres García, Roberto Matta, Juan Gris, René Magritte, Paul Delvaux, Eduardo Chillida, María Blanchard y Antoni Tàpies, la muestra reúne un conjunto de proyectos digitales pensados específicamente para cada una de las sedes y que emplean técnicas diversas, desde el VR, el diseño 3D o la fotogrametría, al videomapping o el pintado digital. El objetivo es indagar en el potencial de la experiencia artística digital para el espectador, así que no solo se ha innovado en la incorporación de estas técnicas, sino también en el estudio de las sensaciones y la percepción del visitante, con varias pruebas y test orientados a mejorar el proyecto.
Con esta propuesta, se pretende reflexionar sobre cómo se vive la experiencia de acercamiento al arte y qué nuevas posibilidades brinda la tecnología para el conocimiento, la visibilización y la difusión de la creación artística, superando barreras tradicionales como el espacio y el tiempo.