Art Madrid'25 – ENTREVISTA CON ALBERT BONET

Albert Bonet

Ganador del Premio Internacional de Pintura en la categoría de Realismo en la última edición del FIABCN (Feria Internacional de Arte de Barcelona), la obra de Albert Bonet se caracteriza por una ácida crítica social inspirada en su entorno más cercano. A través de esta interpretación del mundo que le rodea, este joven artista muestra una madurez tanto conceptual como técnica, la cual interfiere en su trabajo jugando con temáticas POP y con un marcado estilo realista. Artísticamente se ha formado en la Barcelona Academy of Art. Ha sido seleccionado en el Concurso de Arte Joven ''Fresh Art'' de DKV, donde se le premió con una mención de honor en la Universidad Politécnica de Valencia (2015). Este prometedor artista tiene en su haber dos exposiciones individuales, la última el pasado mes de noviembre en la Galería Mutuo de Barcelona. Expone ahora por primera vez en Art Madrid de la mano de Inéditad Galería (Barcelona).


Entrevista:


Háblanos sobre tu proceso creativo

Mi proceso creativo empieza siempre con una idea, que se me puede ocurrir desde andando por la calle hasta en el baño de casa de mi colega haciendo mis necesidades, y luego esa idea la maduro durante unas semanitas, dándole forma, boceteando mucho, y luego quedo con modelos, que siempre es gente de mi entorno, mis colegas o gente que me rodea, les hago una sesión de fotos y luego esas fotos las edito hasta que hago un montaje fotográfico que se aproxime bastante a la idea que tenía inicialmente, llevándolo siempre a mi terreno, metiéndole crítica social, que tal y como está el patio da pa’ mucho la cosa. El último paso ya es pintar al óleo, darle forma, coger los óleos y encerrarte en casa hasta que salga la idea.

Albert Bonet

1984, 2022

Óleo sobre tela

162 x 130cm

¿En qué estás trabajando actualmente?

Ahora mismo estoy trabajando en la obra que tengo aquí detrás, que es una obra que voy a presentar en Art Madrid’22 con la galería Inéditad, y la verdad es que está siendo todo un reto porque tengo que entregarla a contra reloj y me he encerrado en casa a pintar unas siete u ocho horas diarias, hasta que la termine. Si no, no va a llegar a tiempo para el catálogo y tengo que hacer que llegue sí o sí. Aparte, este año viene cargado de unos cuantos festivales de arte urbano con graffitis enormes, unas cuantas exposiciones en un montón de sitios. Os iré informando. Hay varios encargos de cuadros, así que el año empieza muy bien, cargado de energía. Muchas ganas.


Participas por primera vez en la feria, ¿Qué esperas de Art Madrid?

Exponer en Art Madrid es para mí cumplir todo un sueño. Llevo mucho tiempo encerrado en casa machacándome mentalmente, pintando todo el día, y poder sacar mis obras de Barcelona para mí ya es cumplir un sueño enorme. Me llena de ilusión y de energía para seguir pintando y espero darle visibilidad a mis obras sobretodo fuera de Barcelona, y paso a paso, poder llegar a vivir de ello.

Albert Bonet

La Duquesa de Sants, 2021

Óleo sobre tela

81 x 59cm

¿Qué te inspira a la hora de crear?

A la hora de crear lo que más me inspira es mi entorno, todo mi entorno. Los sitios que frecuento, los objetos que utilizo cotidianamente en mi casa, mis amigos, las casas de mis amigos, la ciudad donde vivo, las ciudades que más frecuento, lo que me envuelve. Mi día a día es lo que más me inspira a la hora de crear.


Eres un artista multidisciplinar que se inició en el graffiti y el tatuaje, ¿que han aportado estas dos disciplinas a tu faceta de pintor?

Tanto el graffiti, el tatuaje como la pintura son facetas artísticas que se complementan entre ellas perfectamente, porque puedes aplicar conceptos de cada una de ellas a las otras. Al final todas tienen una magia individual que me llena muchísimo y no quiero dejar de hacer nunca jamás ninguna de ellas.


Albert Bonet participa por primera vez en Art Madrid con la galería Inéditad, junto a los artistas Jaime Sancorlo, Jordi Diaz Alàma, Lautaro Oliver, Núria Farré y Raúl Álvarez Jiménez.



Alexander Grahovsky

CONVERSACIONES CON MARISOL SALANOVA. PROGRAMA DE ENTREVISTAS. ART MADRID’25

Alexander Grahovsky (Alicante, 1980) parte de un proceso caótico o aleatorio como quien colecciona imágenes y hace collages con escenas que le parecen interesantes y puede recrear a su gusto. En sus obras abarca temas de lo desconocido, la muerte o los animales, recurriendo al símil con los juguetes así como empleando personajes que se repiten y elementos como piedras flotantes. Es muy importante la narrativa en sus cuadros, la parte surrealista viene por cómo se construye una historia que no es lineal; hay escenas que se superponen, que se muestran en varias fases en zonas diferentes de cada cuadro y da pie a que la mirada deambule por la obra. Incluye referencias a pintura clásica o al cine, así que su interpretación depende del bagaje del espectador y de su estado de ánimo. El hilo conductor de su trabajo es transmitir que pese a las vicisitudes de la vida, todos seguimos celebrando de algún modo.


El faro al final del océano. 2024. Técnica mixta. 190 x 140 cm.


¿Qué rol juega la experimentación en tu proceso creativo?

La experimentación juega un papel básico en todo mi proceso creativo en dos niveles: a nivel técnico y a nivel narrativo. A nivel técnico porque me permito toda una serie de licencias o caprichos estéticos que convierten el acto de pintar en sí en un juego, en algo divertido y de alguna manera todo es posible. Y a nivel narrativo, por cómo construyo las historias, ya que no hay un guión o una idea principal que sujete todo sino que a partir de una serie de escenas aparentemente inconexas, intento construir una historia que se cruce, que obliga al espectador de alguna manera a poner de su parte para entender o crear su propia narrativa.

¿Cuáles son tus referentes?

Mis referentes van desde la pintura clásica, como El jardín de las delicias del Bosco o el Retablo del cordero místico, hasta artistas más actuales como Hurvin Anderson o Dominique Fung, pasando por Hopper, Hockney, Leonora Carrington y un sinfín de nombres más. Todas estas influencias del mundo del arte se combinan con otras que vienen del cine, como las películas de Parajanov o las del director de Midsommar. En concreto, Midsommar es bastante influyente en mi trabajo por esa estética. Luego, el mundo del cómic, sobre todo podría hablar de Moebius y en concreto de sus ilustraciones de ciencia ficción más surrealistas. También podemos encontrar influencias de los videojuegos, sobre todo a la hora de plasmar las escenas, ya que de alguna manera todo se aplana como si fuera una pantalla o el fondo de un escenario de un teatro, recordando a las aventuras gráficas de mediados de los 90 a finales.


Historia breve de un abrazo. 2024. Óleo, spray, lápices de colores y pasteles al óleo. 33 x 41 cm.


¿Cómo construyes los personajes tan dispares - y a veces recurrentes - de tus cuadros?

Los personajes se van construyendo conforme van pasando las obras, como si cada cuadro formara parte de una historia más grande que aún está por contar. Conforme empecé esta línea de trabajo, me di cuenta de que muchos de ellos se repetían y que, incluso al volver a utilizarlos o al hacer que formen parte de nuevas piezas, ya tengo en cuenta lo que he pintado de ellos, así como lo que les ha sucedido en otros cuadros. Por ejemplo, la muerte ha cambiado de ser un esqueleto que quizás parece que trae malas noticias, a un personaje algo burlón o gracioso que lleva un gorrito de fiesta. También encontramos el diablo, el mago, y la casa roja como refugio o zona de peregrinación donde de alguna manera muchas veces terminan, o pueden terminar los personajes de los cuadros. O el gato negro, que en principio aparecía sencillamente como un símbolo de advertencia, de querer decirle a los otros personajes que estuvieran atentos a lo que sucede a su alrededor, a convertirse en una especie como de medida del tiempo: sobre todo en las piezas grandes aparece normalmente tres veces. Como siempre me gusta jugar a que no sé si son tres gatos diferentes o es el mismo gato en tres puntos distintos de la historia. De esta manera también los personajes van ayudando a crear una narrativa y un compartir entre todas las piezas, un universo general del que todos forman parte.


El cuervo, el ciervo, las uvas y el vino que derramé. 2024. Óleo, spray, lápices de colores y pasteles al óleo. 60 x 74 cm.


¿Cuándo das el paso hacia la serie de los jardines y por qué?

Es en 2022 cuando decido reunir todas esas escenas surrealistas y bocetos que tenía dispersos por el estudio y me planteo qué sucede si conviven en un mismo espacio, qué sucede si todos esos elementos aparentemente inconexos se sitúan sobre el mismo plano. En este caso el plano es el lienzo y en concreto el escenario sería el jardín. Ahí es donde ese jardín, el jardín de las delicias y toda esa imaginería que tenemos en el inconsciente se hace visible. Y es a partir de ahí cuando decido seguir tirando del hilo de esta historia para ver a dónde me lleva. Y es cuando ya todos los personajes empiezan a aparecer y todo esto me permite, de alguna manera, tener un espacio donde jugar y encontrar una libertad creativa que no encontraba en mi anterior trabajo.


Deberías romperme el corazón en enero. 2024. Óleo, spray y lápices de colores sobre lienzo. 81 x 100 cm.


¿Qué vinculación tiene esta etapa de tu obra con tu pasado dentro del mundo del cómic?

Esta etapa de mi trabajo bebe mucho de todos los años que estuve leyendo cómics, desde que era un niño pequeño hasta intentando entrar en la industria del cómic americano. Estuve cerca, estuve cerca, pero no se vio. Es verdad que al final a mí me interesaban, más allá de lo que es el dibujo en sí, las narrativas un poco más experimentales, como pueden ser las de John Hankiewicz, Dave McKean o gente de este tipo. En ese sentido sí que me influye sobre todo la forma de construir las historias. No son viñetas secuenciales que primero pasa a, b, c, sino que el recorrido visual que se puede hacer por las piezas es como sería como una especie de página de cómic en la que puedes saltar de la primera viñeta a la séptima para tener que volver a la segunda, y dependiendo del orden que elijas, la historia se construirá de una manera o de otra. Sí que es verdad que, por ejemplo, muchas veces lo que hay a lo mejor son diferentes fragmentos de la misma escena, un antes, un principio, un nudo y un desenlace, pero se encuentran muchas veces rodeadas de otras escenas que bien influyen los sucesos que acontecen en cada una de estas otras escenas más pequeñas o sencillamente son escenas que conviven en el mismo universo. En ese sentido también me interesa mucho la idea de universo compartido, ¿no? De que todas estas piezas, toda esta línea de trabajo, forma parte de una historia más grande que en realidad parece que se quiere contar a sí misma, que aún no tiene claro hacia dónde va, pero parece que va encontrando su sitio y su camino. Como los personajes que empezaron sencillamente apareciendo y ahora ya cada uno va teniendo su propia historia detrás.





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