Art Madrid'25 – HABLAMOS CON MÒNICA SUBIDÉ SOBRE SU ÚLTIMO TRABAJO: “EL DESEO DE SER CIERVO”

Allí, en el interior del bosque, donde todo es espesura y frondosidad, habita la fantasía de los cuentos. La maquinaria de la imaginación se pone en funcionamiento al calor de una luz tamizada por las copas de los árboles, bajo cuyas ramas, tendidas al sol del atardecer, tiene lugar la magia. Los relatos que pueblan nuestros sueños se alimentan del vacío que el misterio deja a su paso, para que nosotros lo llenemos de nuevas historias. Es una perfecta tensión embriagadora entre la inocencia y la madurez, entre el deseo de jugar y la consciencia de que todo ello forma parte de un mundo irreal. Pero la puerta está abierta y, aunque alguien nos advirtió una vez de que no debíamos entrar, no podemos evitarlo.

Mònica Subidé

Los niños de papel, 2019

Óleo, lápiz y collage de papel japonés sobre lino

54 x 65cm

Mònica Subidé

Los hijos del rey bufón y sus buitres, 2018

Óleo, lápiz y collage sobre madera

80 x 110cm

Mònica Subidé

Jardín de Luces, 2019

Óleo y collage sobre lino

54 x 65cm

Los ojos de los animales son esferas de cristal que curvan y reflejan el entorno. Las hojas verdes forman abanicos superpuestos, a modo de biombos vegetales que ceden dulcemente a nuestro paso. Avanzamos en búsqueda de un refugio, un remanso en medio de la arboleda donde descansar nuestra mente exhausta de tanta información. Y poder así pensar. El silencio (que no es silencio verdadero) se llena de sonidos imperceptibles y nos adentramos en una soledad acompañada, en una senda sin rumbo fijo que nos lleva al fondo de nuestro ser. Enfrentamos estas imágenes con la sensación de haberlas visto antes, pero no en la vida real, sino en la realidad de nuestros sueños. Son estampas oníricas que nos recuerdan a los cuentos de hadas, a los bosques encantados, a las tardes de primavera, a estar tumbados en la hierba mientras vemos las nubes pasar.

Mònica Subidé

Alma de ciervo, 2019

Óleo y collage sobre lino

38 x 55cm

Mònica Subidé

La princesa ladrona. Niñas pez, 2018

Óleo y collage sobre madera

25 x 18.5cm

Mònica Subidé

Travesia en el bosque de Nolde Mirocco. Serie exploradores, 2018

Óleo y collage sobre lino

114 x 146cm

La tantas veces difícil tarea de teorizar sobre la pintura pierde nuevamente sentido en esta ocasión. Estos retazos robados de una mente soñadora nos abocan a una contradicción conceptual. Entrevemos el sufrimiento, pero también la placidez y la serenidad. Una calma natural y deliciosa, no exenta de sobresaltos y sustos del alma cuando se piensa en verdades existenciales como la libertad. Nuestra mente puede jugarnos malas pasadas, buscar el equívoco entre estado y situación, crear la falacia del ser libre pero encerrado en su propio yo. No. Desprendámonos de artificios. Allí, en el interior del bosque, donde nadie nos ve, seamos lo que somos realmente y rindámonos a la propia vida, contradictoria y esquiva como es.

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Preguntamos a Mònica sobre su último trabajo que se expone en la Galería Bea Villamarín, una propuesta pictórica que nos traslada a un mundo casi onírico donde el tiempo parece detenerse.

En anteriores trabajos has explorado la conexión entre la vida y la muerte. La alusión al vacío que haces en “El deseo de ser ciervo” ¿es también una referencia a esa dicotomía entre elementos contrapuestos, como la niñez y la edad adulta, la consciencia y la inconsciencia?

Nunca me he planteado que hubiese una dicótoma entre la niñez y la adultez o la consciencia o inconsciencia. Para mí, en los dos casos, debemos aceptar el primero para poder vivir el segundo. La alusión al vacío, siempre hablando de mí, es justo ese estado donde tienes la intención de parar y desvanecer, en el concepto de idea mente, estar en un déjà-vu. Son emociones difíciles de expresar en palabras y pintura. Las emociones abstractas que hablan del vacío en el humano, siempre son complejas. A mí me interesa mucho el ser humano y las emociones, por ello la infancia es algo que me fascina porque es el inicio hacia la vida y donde emprendemos el camino. Suelo interpretar las emociones en relatos, narrar en pintura es más como escribir. En esta ocasión hay muchas piezas donde no quiero narrar, simplemente estar tumbada, estar en un estado de deja-vu. Cuando empezé hace cuatro años aproximadamente con un nuevo lenguague pictorico justo había terminado mi psicoanálisis de nueve años. Fue el inicio para intentar interpretar ideas y sueños de infancia.

 

¿Qué representa el ciervo como concepto en esta serie pictórica, es el observador o es el ser observado?

Siempre para mí es el observador, es el enlace del hombre y su alma. El ciervo en muchas distintas ocaciones en mis piezas siempre representa el animal salvaje que somos, y ese deseo de ser libres, sin saber qué es un mundo en libertad. Es un acto reivindicativo, poético, onírico, sutil, de intentar ser más libres en nuestro mundo cotidiano, en pequeñas cosas.

Mònica Subidé

Flor azul, topo marron, 2019

Óleo y collage sobre lino

22 x 27cm

Mònica Subidé

Cuenco amarillo con girasol verde, 2019

Óleo y collage sobre papel cartón

40 x 58cm

En alguna ocasión has declarado que te sientes cómoda con los grandes formatos ¿Has elegido el formato mediano por algún motivo para esta colección?

Estuve trabajando hace años en formatos muy grandes, cada vez me interesa más el formato mediano por una simple cuestión de intimidad. Me apetecía mucho poder presentar piezas cercanas, poco espectaculares y obligar al espectador a parar unos minutos, unos segundos, delante de las piezas. El formato grande muchas veces es un formato de recorrido rápido en la mirada. Me apetecía una exposición lenta porque los últimos tres años han sido muy intensos, con mucha producción, y poco tiempo para reflexionar. Deseaba poder encontrar un diálogo más cercano entro el yo y la pintura. Con esto no quiero decir que no me interese el formato grande, pero es un estado mental muy distinto, que en esta ocasión no sentía al pintar. Creo que esta exposición llegó en un momento donde el agotamiento físico y mental de los últimos años me obligaron a tumbarme y descansar, reconectar con el yo, revisar mi trayectoria para poder seguir avanzando, y ser capaz de reinventar nuevos caminos para transmitir esa sensación de vacío.

 

En la pasada edición de Art Madrid, el artista Luis Olaso (Bilbao, 1986), representado por Kur Art Gallery (San Sebastián), fue galardonado con el Premio de Residencia del Programa de Mecenazgo de Art Madrid. Este premio, fruto de la colaboración entre Art Madrid, DOM Art Residence y la asociación italiana ExtrArtis, le permitió disfrutar de una estancia artística en Sorrento (Italia) durante el mes de agosto de 2025.

Con este tipo de iniciativas, la feria reafirma su apoyo a la creación contemporánea, un compromiso que busca dar mayor visibilidad a los creadores y fortalecer el coleccionismo a través de iniciativas concretas como premios de adquisición, reconocimientos a artistas emergentes y residencias internacionales.


Artistas en residencia. DOM & ExtrArtis. Imagen cortesía. Agata D' Esposito.


El programa de residencia DOM & ExtrArtis 2025 se celebró en Sorrento entre el 1 y el 31 de agosto de 2025. Los artistas convivieron en el Relais La Rupe, una villa del siglo XVI rodeada de acantilados y jardínes centenarios que se convirtió en un entorno ideal para la experimentación y el intercambio.

En esta edición, los residentes trabajaron en torno al tema «Reimagining Genius Loci», una invitación a reflexionar sobre cómo el tránsito de personas y tradiciones transforma el “espíritu de lugar”. Durante la estancia, DOM organizó dos exposiciones colectivas abiertas al público; la primera para presentar el trabajo previo de los artistas y la segunda para mostrar los proyectos desarrollados en Sorrento.


Obra de Luis Olaso. DOM & ExtrArtis. Imagen cortesía. Agata D' Esposito.


La obra de Luis Olaso transita entre la figuración expresionista y la abstracción, siempre con un lenguaje plástico cargado de fuerza y emoción. Autodidacta en sus inicios y posteriormente graduado en Bellas Artes, Olaso ha desarrollado una sólida trayectoria internacional con exposiciones en espacios como JD Malat (Londres) o Makasiini Contemporary (Turku, Finlandia), y ha participado en ferias como Untitled Miami, Estampa o la propia Art Madrid.

Su trabajo forma parte de colecciones de gran prestigio, como la Tokyo Contemporary Art Foundation, la Fundación SIMCO o la Diputación Foral de Bizkaia, y ha sido reconocido en certámenes como el Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura o el Premio Ibercaja de Pintura Joven.

En Sorrento, el artista encontró un contexto único para expandir su investigación pictórica, dialogando con el paisaje mediterráneo y con el patrimonio histórico de la región. La residencia le ofreció tiempo, recursos y un marco de intercambio con otros creadores internacionales, favoreciendo la producción de nuevas obras que fueron presentadas en las exposiciones colectivas organizadas por DOM.


Luis Olaso trabajando en su proyecto. DOM & ExtrArtis. Imagen cortesía. DOM.

La experiencia de Luis Olaso en DOM Art Residence concluyó con una muestra pública de los trabajos realizados, reforzando su presencia en el circuito internacional y consolidando su proyección como uno de los artistas vascos con mayor visibilidad en la escena actual.


Con este tipo de iniciativas, Art Madrid demuestra su papel activo como plataforma de apoyo directo a la creación contemporánea, generando oportunidades de estudio, producción y diálogo intercultural que trascienden la feria y acompañan a los artistas en su desarrollo profesional.