LA OBRA DE ARTE TOTAL
16 abr. 2018
exposiciones
Unir los conceptos “Central hidroeléctrica” y “Obra de arte” en una misma frase puede resultar ciertamente extraño, tanto más si finalmente ambos elementos se juntan en la realidad. Este es el resultado de la obra de Joaquín Vaquero Palacios, un arquitecto, pintor y escultor que abordó algunos de los proyectos más ambiciosos del panorama español.

El Museo ICO acoge la exposición “La belleza de lo descomunal”, dedicada a la obra de este creador polifacético y multidisciplinar a través de cinco de sus más grandes proyectos: las centrales hidroeléctricas asturianas de Salime (1945-1955), Miranda (1956-62), Proaza (1964-68), Aboño (1969-1980) y Tanes (1980). Todas ellas son el fruto de una colaboración durante más de treinta años con la Hidroeléctrica del Cantábrico.

Pero ¿por qué hablamos de obra de arte total? Joaquín Vaquero fue un autor prolífico y ambicioso, obsesionado por buscar y crear belleza con su trabajo. Su producción es muy extensa, y esto ya supuso un primer obstáculo para acotar el alcance de lo que se quería mostrar. Finalmente se ha optado por un un criterio geográfico: reunir los cinco proyectos desarrollados en Asturias. Pero no hablamos solo de una aproximación arquitectónica a la construcción civil, sino de una concepción global de estas estructuras, en las que aunar varias disciplinas artísticas y transformar el espacio.

La Hidroeléctrica del Cantábrico abordó estos proyectos desde una perspectiva completamente innovadora para la época. Quería romper la idea fría y exclusivamente funcional asociada a este tipo de construcciones y convertirlas en un símbolo visible del cambio contemporáneo, en una obra de ingeniería civil que pusiera en común lo mejor de las disciplinas artísticas. Este afán totalizador aglutinaba pintura, escultura, arquitectura, paisajismo, sonoridad, diseño industrial.

La exposición trata de recrear la riqueza artística de estos proyectos con un diseño de sala que se aleja de la aproximación puramente arquitectónica para hacer hincapié en la carga visual de los proyectos. No hay que olvidar que estas inmensas construcciones son hoy testimonio del modernismo peninsular, un estilo que se aprecia dentro y fuera de cada estancia y que se ha nutrido de un pulso creativo imparable como el de Vaquero Palacios. La exposición estará abierta al público hasta el 6 de mayo.