Art Madrid'23 – ¿QUIÉN HABLA Y EN QUÉ LUGAR? LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE EN ART MADRID

Los artistas y sus obras mueven discursos narrativos que se plantean ante nosotros con un efecto expansivo. Si bien, habitar un espacio geográfico, pertenecer a un determinado estamento social, poseer una formación especializada, suponen factores que definen su quehacer. Otros, incontrolables por la mano de carne y hueso, pueden cambiar para siempre su perspectiva vital. Es precisamente lo que sucede con los creadores que llegan a Art Madrid desde más lejos; diríamos, los que se han aventurado a cruzar desde el otro lado del mar:

Ana Margarita Ramirez, Selva Blanca (2022) Galería Luisa Pita ©

Adrián Socorro, Matanzas, (Cuba), 1979. Collage Habana; Ana Margarita Ramírez, Caracas, (Venezuela), 1974. Galería Luisa Pita; David Planas, San Antonio De Los Baños, La Habana, (Cuba), 1976. Galería Luisa Pita; Evangelina Esparza, Rosario, (Argentina), 1980. DDR. Art Gallery; Fabio Camarotta, Buenos Aires, (Argentina), 1969. Art Lounge Gallery; Gustavo Díaz Sosa, Sagua La Grande, (Cuba), 1983. Galería BAT Alberto cornejo; Isabel Ruiz, Montevideo, (Uruguay), 1959. Nuno Sacramento Arte Contemporânea; Isabela Puga, Caracas, (Venezuela), 1997. Galería BAT Alberto cornejo; Marlene Stamm, Vacaria, São Paulo, (Brasil), 1961. Trema arte contemporânea; Mono Cieza, Argentina, 1969. Fousion Gallery. Roger Sanguino, Maracay, Venezuela, 1968. DDR. Art Gallery; Roldán Lauzán Eiras, La Habana, (Cuba), 1987. Collage Habana; Willy Ramos, Pueblo Bello, (Colombia), 1954. Galería Espiral; Yasiel Elizagaray, Sancti Spíritus, (Cuba), 1987. Collage Habana.

Adrián Socorro, “Flor” 2022. Collage Habana ©

Una feria es, como ustedes saben, una ventana al mercado del arte y un trampolín para el pensamiento y el accionar de quienes se dedican a la creación. Art Madrid lo es. Es ventana y espejo. Es la cita habitual en la que galerías y artistas aportan y ponen en manos del público su visión e interacción con la producción de sentidos. Fotografía, dibujo, pintura y escultura son las manifestaciones que mayor presencia tienen en esta edición. Discursivamente, vendrían a responder esa pregunta tan discutida de qué es arte y qué no lo es. Pero esta vez, el cuestionamiento viene dirigido por la incesante búsqueda de un sentir polifónico, que reúne voces tan diferentes como auténticas, alrededor de la figura del artista que se desplaza, que provee y encauza su quehacer en el movimiento. Ya sea en una estadía temporal o definitiva, la acción del movimiento y la migración como casuística, envuelven para siempre el ejercicio de la creación.

Como feria nos interesa poner la mira en la producción que desde Latinoamérica y el Caribe se ha venido construyendo y se ha enraizado, de alguna manera en nuestro contexto. Cada vez con mayor flujo, artistas como los mencionados anteriormente, se mueven a otros territorios buscando otras formas de vida, otras vivencias, articulando de esta manera escenarios que dan sentido a los mensajes que con sus obras son capaces de transmitir. Ya sea de manera evidente o permeada por algún velo lírico, poético;enarbolando las banderas de la denuncia o la activación de la sospecha, relatan el impacto que sobre su visión del mundo les ha dejado la experiencia del cambio. En esta época, como diría el teórico Néstor García Canclini, post y multi, no trasciende la repetición más o menos sofisticada. La atención la merecen aquellas posiciones que subrayan las diferencias y que valoran críticamente la incertidumbre de la postmodernidad.

Isabel Ruiz, “Caída de agua” 2019. Nuno Sacramento arte contemporanea©

Nos preguntamos entonces, si la placidez de un paisaje, la expansión de la pintura como ejercicio crítico, la denuncia de la individualidad, la lucha por construir un espacio propio, la polifonía de lo identitario, que son en este marco, una extensión de lo latinoamericano y lo caribeño, deberían hablar desde un único lugar. Creemos que no. Soñamos con la posibilidad de ser no solo espejo de la actualidad, también ser ventana de acceso al cuestionamiento. Ser, sobre todo, el lugar indicado para los artistas que se permiten arriesgarse, aventurarse y originan el nacimiento de un cambio fértil en el terreno en el que cosechan su legado.

Lucha de Gigantes se apoya en el arte figurativo y en el personaje de la Pantera Rosa para recuperar la genética democrática del Pop Art y la proximidad al público, características de un movimiento artístico inspirado en la estética de la vida cotidiana y los bienes de consumo de la época. Como un “happening” en el corazón de la ciudad de Madrid, Lucha de Gigantes reivindica la creación artística en un contexto en el que la experiencia estética sea más emocionante y mejor entendida por todos los públicos.

Hace 60 años Blake Edwards lanzaba en Technicolor uno de los largometrajes más sui generis de la época y que pasaría a formar parte no solo de la cultura norteamericana sino también del universo de la comedia internacional: “The Pink Panther”, cuyo título original fue traducido al español como “La Pantera Rosa”.

Jaime Sancorlo. Desert Patrol, 2023

En 1963, esta comedia de suspense se introducía en el flujo sanguíneo de la corriente Pop que comenzaba a consolidarse en una Gran Manzana que vivía el nacimiento de la “Factory”, y el ascenso de Truman Capote. Como ya lo hicieron las anteriores ediciones de este campo informal llamado Lucha de Gigantes, (una “no galería", un “no museo”, algo más que una exposición, como lo definen sus creadores Gabriel Suarez y Aleix Gordo), la Pantera Rosa reaparece en esta ocasión como un personaje atemporal capaz de cuestionar y reivindicar la actualidad a partir de su puesta en escena.

Sandra Rojo Picón. No9. Blue Pink, 2023

Tras haber obtenido directamente los derechos de autor para su reproducción de la MGM, la conmemoración de los sesenta años del personaje reúne a treinta artistas gigantes que, luchando juntos, reflexionarán visualmente acerca de su presente socio-cultural, su contexto artístico y visual, y su quehacer, alrededor de la figura del emblemático personaje rosado. Al mismo tiempo, la propuesta promueve la revisión del propio contexto del arte, queriendo establecer nuevos lugares para la experiencia compartida entre la obra de arte y el observador, yendo más allá de la apatía de los cubos blancos o de aquellos espacios artísticos de acceso restringido pertenecientes al pasado.

Illan Argüello. Más chula que el 8, 2023

De esta forma y demostrando la herencia amarga típica de la comedia británica o del “pop art”, la película se conectó a las pulsiones de la nueva exploración artística que surgía en las calles de la Gran Manzana, alejada ya de la abstracción cromática y gestual que había ocupado el panorama artístico durante la década anterior, con figuras como Mark Rothko, Barnet Newman, Willem de Kooning o Jackson Pollock, y que se habían alejado también de la mirada del Gran Público. La escena cultural de Nueva York avanzaba ahora en manos del director de cine hacia otros caminos más cercanos a la cultura de masas y a su vida cotidiana a través del humor. En su primera aparición en solitario en el capítulo Pink Phink, la Pantera Rosa, establece una batalla colorida ante la hegemonía tradicional del color azul, utilizando todo tipo de artimañas y estrategias para teñir el mundo de su color preferido. En tan solo seis minutos en los que pudimos ver herencias pictóricas procedentes del universo cromático de Rothko y otros creadores abstractos, el personaje se introduce en la cultura de lo políticamente incorrecto.

Iker Serrano. Space Action Panther,2023

La Pantera Rosa representa la ironía, el descontento o el cinismo, tópicos de lo que conocemos como “humor británico” y siempre actuará, a lo largo de todos los cortometrajes, como una crítica atemporal, como un ser inter-generacional e individual capaz de conversar con el Gran Público, independientemente de su origen, cultura o edad.

Mario Soria. Pink Biker,2023

Bajo el aparente clima de humor y comedia de las nuevas interpretaciones realizadas por los treinta gigantes seleccionados, se esconde un mundo de lecturas diversas y de mensajes por descubrir, que serán desvelados por el otro agente fundamental de todo proceso artístico: el Público.

Lucha de Gigantes reúne esta vez treinta visiones individuales para un reconstrucción colectiva y cercana de su presente, donde el Gran Público ha sido invitado a participar con total libertad de este emocionante proceso.


Del 25 al 28 de mayo. De 11h a 20h.

📍Hotel ONLY You Barquillo.

C/ del Barquillo, 21. Madrid.