¡Viva Arte Viva!, Bienal de Venecia
25 jul 2017
actualidad
Anri Sala, “All of a Tremble”, 2016
“Viva Arte Viva” se organiza en 86 pabellones nacionales situados en los Giardini, en el Arsenal y distribuidos por el centro histórico de Venecia, y en nueve trans-pabellones distribuidos por el Arsenal y el Pabellón central de los Giardini. El proyecto de estos trans-pabellones ha sido comisariado por Christine Macel (París, 1969) y cada uno tiene una temática: pabellón de los artistas y libros, de los goces y miedos, de lo compartido, de la tierra, de las tradiciones, de los chamanes, pabellón dionisíaco, de los colores, del tiempo y la eternidad. Los pabellones nacionales, cada cual con su comisario, dan lugar a un pluralismo de voces que han seguido a su vez las líneas sugeridas por Christine Macel, acordando participar en programas conjuntos. Las diversas propuestas artísticas giran en torno al humanismo y se expresan como un acto de resistencia, de liberación y de generosidad.
Vajiko Chachkhiani, "Living Dog Among Dead Lions", 2017
Multitud de piezas captan la atención del visitante en la Bienal, desde un camión estrellado contra el suelo (obra de Erwin Wurm) hasta una cabaña en cuyo interior no para de llover (Vajiko Chachkhiani). Distintas obras manifiestan la importancia de la tierra y las tradiciones, de lo colectivo; entre ellas, se encuentra la del videoartista chileno Juan Downey (Chile,1940 – Nueva York, 1993), que cuestiona la mirada eurocéntrica del mundo al compartir la creación de su video con los integrantes de la tribu de los Yanomami. Otros espacios presentan inmensas instalaciones como la de la artista textil Sheila Hicks (Nebraska, 1934), que llena el fondo del pabellón con enormes bolas de lana. Algunas obras ligan más con lo sensorial, como la del artista Anri Sala (Albania, 1974) que reflexiona sobre las propiedades escultóricas del sonido a través de la relación sinestésica entre este y la visión. Su pieza consiste en una caja de música que decora, horadándola, toda una pared con patrones repetidos, a la vez que va reproduciendo su sonido. Se pueden encontrar también interesantes y poéticas performances, como “One thousand and One Night” donde el artista Edith Dekyndt (Bélgica, 1960) recoloca sin cesar un cuadrado perfecto de polvo contenido en los límites de una proyección rotativa de luz sobre el suelo.
Juan Downey, "The Laughing Alligator", 1979
Entre los pabellones nacionales de los Giardini se encuentra el pabellón español con la propuesta “Join Us! ¡Únete!” de Jordi Colomer, a través de la cual indaga en el sentido social del espacio público y sobre cómo apropiarse de él colectivamente. Reflexiona sobre “el nomadismo como acción colectiva”, síntoma inevitable de un presente de refugiados y desplazados. Su obra consiste en una sala con maquetas que representan una ciudad y unos videos donde se observan curiosas migraciones de personas, ciudades y vidas en movimiento.
Edith Dekyndt, “One thousand and One Night”, 2017
Cabe destacar que este año la gran mayoría de artistas participan por primera vez (103 de 120), así como los países Antigua y Barbuda, Kiribati y Nigeria. El artista alemán Franz Erhard Walther (Fulda, 1939), reconocido por sus grandes esculturas de tela participativas, ha sido premiado con el trofeo para el mejor artista presente en la exposición oficial. Este mismo artista expone su obra actualmente en el Palacio Velázquez de Madrid, hasta el 10 de septiembre.
Jordi Colomer, “¡Únete! Join Us!”, 2017
La Bienal de Venecia ofrece, durante los meses en que se desarrolla, numerosos eventos y actividades paralelas, promovidas por instituciones nacionales e internacionales sin ánimo de lucro en palacios, museos, iglesias y en el espacio urbano, lo que llenará la ciudad de propuestas artísticas durante su 57ª edición.
James Lee Bryars, “Torre del oro”, 2017