DEL LIENZO A LA GRAN PANTALLA
7 nov. 2018
actualidad
La convivencia de las artes es, más que un hecho, una necesidad. La inspiración llama a la inspiración, y es difícil no rendirse ante la belleza de algunas obras que han pasado a la historia del arte como un imprescindible. Por eso no es extraño que el cine, el arte de la imagen por excelencia, busque sus referentes en algunas obras icónicas de las disciplinas plásticas. Más allá de las películas sobre la vida de los pintores más famosos, existe también una influencia menos perceptible, más meditada, que sale a luz entre fotograma y fotograma para recrear escenas imperecederas.

Uno de los referentes más fáciles de identificar es la casa de Psicosis (la genuina, la de Hitchcock), directamente sacada de uno de los cuadros de Edward Hopper. El parecido es enorme, y aunque la arquitectura no sea idéntica, tanto el encuadre como el entorno nos remite de forma inmediata a la obra del pintor estadounidense.

Cabe decir que la emulación no es algo exclusivo de los primeros años del 7º arte. El cine actual, en un contexto de sobreabundancia de efectos especiales, mundos de fantasía y poderes sobrenaturales, busca consolidar su lenguaje artístico con producciones de exquisita composición fotográfica basadas en grandes piezas de la historia de la pintura. Por mencionar solo unos cuantos ejemplos, podemos citar a “Dunkerque” (2017), con instantes inspirados en “El caminante sobre el mar de nubes” (1818), de Caspar David Friedrich.

Las pinturas clásicas siempre han sido una fuente de inspiración, sobre todo si el referente es conocido mundialmente. Así sucede con esta escena de “A propósito de Schmidt” (2002), de Alexander Payne, donde Jack Nicholson languidece en su bañera de igual forma que el famoso cuadro “Muerte de Marat” (1793) de Jacques-Louis David.

Los referentes también se toman del arte contemporáneo. El comienzo de “Lost in translation” (2003) de Sofia Coppola, es idéntica a la obra “Jutta” (1973) de John Kacere.

Y también podemos mencionar la pintura del artista sueco Odd Nerdrum “Drawn” (1990), cuya desconcertante y terrorífica idea se toma para una secuencia de “La celda” (2000), película cargada de imágenes surrealistas y coloristas que representan el caos y el misterio de la mente humana. De hecho, esta película incluye otras imágenes impactantes inspiradas en obras contemporáneas como los animales preservados en formaldehído de Damien Hirst.