Art Madrid'23 – quien es Ana Mendieta

Dedicamos en su día nuestra noticia a la exposición de Carl André en la Casa Velazquez de Madrid y, en justicia, tenemos que dedicar otro día a la que fue su esposa Ana Mendieta, una artista rodeada de espíritus, de sombras y de misterio hasta su muerte. Miles de voces en todo el mundo reclaman desde hace tiempo: ¿Dónde está Ana Mendieta?

 

 

 

“Silenciada”, si hubiera que encontrar un adjetivo para describir la obra de la artista cubana Ana Mendieta (La Habana, 1948 - Nueva York, 1985) ése sería “silenciada”, un adjetivo sangrante en medio de otros muchos como reivindicativa, espiritual, eco-feminista, incómoda, filosófica, profunda, desgarradora, personal… pero silenciada al fin y al cabo.

 

 

 

 

La vida de Ana Mendieta acabó de manera precipitada un 8 de septiembre de 1985 cuando su cuerpo cayó a plomo desde la terraza de su apartamento, en en el piso 34 de de un edificio en el Greenwich Village neoyorkino. No hubo un solo testigo de cómo pudo suceder el “accidente”. Bueno, sólo uno, el que era su marido desde hacía 8 meses, el escultor Carl André.

 

Según los testimonios de los vecinos, se oyó una fuerte discusión entre la pareja, se oyeron golpes, muebles movidos, llantos y gritos, el último un largo y descarnado “¡Noooo!” de la mujer que caía al vacío, de Ana Mendieta. Las pruebas, los arañazos en la cara y en los brazos, las contradicciones y la frialdad en la narración de los hechos apuntaban a André, pero la justicia lo absolvió 3 años después, tras una campaña de apoyo de todo el mundo del arte que resolvió que se trató de un accidente doméstico en el que fué determinante la salud mental de Ana Mendieta, según alegó el abogado, de su marido, una salud mental debilitada, extrema y con tendencias suicidas.

 

 

 

Nada más lejos de la realidad. Ana Mendieta era una superviviente, una nómada, una exiliada de Cuba, criada junto a sus hermanas entre el trabajo y los estudios universitarios, y el trabajo y sus investigaciones personales acerca de conceptos universales como la libertad, los derechos civiles, lo fronterizo, el género, la ecología, la espiritualidad, el imperialismo,... Mendieta usaba su propio cuerpo como territorio de experimentación, su propia “identidad fronteriza” - como la han llamado sus estudiosos - como canal de expresión artística y relacionaba ambos con la naturaleza salvaje como seña de identidad de su obra.

 

 

Fué la escritora Jane Blocker la que se preguntó directamente, en 1999, ¿Quién es Ana mendieta?, en su libro Where Is Ana Mendieta?: Identity, Performativity and Exile, un ensayo sobre la obra de la cubana y sobre su vida, en el que asegura que  “la obsesión que Mendieta tenía con la idea del exilio como parte de su identidad estaba relacionada más con uno de los peligros que todos enfrentamos en la sociedad contemporánea, el hecho de ser ‘ciudadanos fronterizos’”. Ese limbo, ese no-ser se evidencia en las series de siluetas en la tierra que la artista realizó en México, en la que su cuerpo desnudo se funde en el barro y en el agua hasta casi desaparecer, cubierto de ramas y flores, en un género creado por ella que se llamó “earth-body”, combinación del Body Art, el Land Art y la Performance.

 

 

 

 

La sangre es otro elemento muy presente en la obra de Mendieta, un elemento que, precísamente, da carnalidad y presencia a los cuerpos, pinta huellas y vestigios, es origen y el muerte. Con la sangre, con el paisaje, con su cuerpo, Mendieta denunciaba la violencia de género en particular y todos los tipos de violencia que se ejercen sobre los individuos a diario: violencia política, violencia verbal, violencia sonora, psicológica, a través de mecanismos socializados, a través de los medios de comunicación, las campañas publicitarias…

 

 

Una obra y una personalidad así es complicado que desaparezca sin más, y de eso se encargan colectivos como las Guerrilla Girls o el Women’s Action Coalition, que en 1992, minutos antes de la inauguración en el Guggenheim Museum de una enorme exposición en la que estaba carl André, reunieron a más de 500 personas que repartían fotocopias de la cara de la cubana mientras gritaban “Where is Ana Mendieta?”

 

En mayo de 2015, una historia similar ha ocurrido en la exposición de Carl André organizada por el museo Reina Sofía. Ocho mujeres entraron a las salas de la Casa de Velázquez, manchadas de sangre y en silencio hasta que una de ellas arrancó una letanía:

 

Ana Mendieta (bis)
No te veo aquí (bis)
¿dónde están tus obras? (bis)
¿dónde está tu cuerpo? (bis)
No te veo aquí ni allí ni allí (silencio)
Ana Mendieta (bis)
Tu muerte es un silencio (bis)
Nadie menciona tu nombre (bis)
¿de quién hablan aquí dentro? (Silencio)
Ana Mendita (bis)
Tu última palabra fue no
(todas) NO
Ana Mendieta (bis)
Nosotras aún estamos aquí
Nosotras también
No te vamos a olvidar
Nosotras tampoco
y frente a la injusticia
injusticia
y tu sangre
tu sangre
Usamos nuestros cuerpos en señal de protesta
protesta
y gritamos con tu cuerpo arrojado al vacío
NO. No no no no…

 

Que se siga uno preguntando siempre: ¿Quién es Ana Mendieta? Que siga la duda quemándonos los dedos. Que siga ese hueco ardiente en la historia de nuestro arte reciente. Que no se apague Mendieta.

https://www.youtube.com/watch?v=XGMWsHnyTf0
 

In the year 2020 in the heart of Barcelona a wandering gallery was born, the same one that in February 2021 would debut at Art Madrid with an exhibition proposal focused on contemporary portraits; with this subject matter it would manage to create a powerful dialogue between artwork and audience and make the seal Inéditad remain in the history of the event that contained it.

Jean Carlos Puerto. Protección. Oil and copper leaf on wood. 60 x 48. 2021. Image courtesy of the gallery.

Since that first time and until today, the wandering gallery has managed to build projects on otherness, has repositioned in the spotlight the discourses on the LGTBIQ+ collective, has consolidated a group of artists who share its principles of resilience and empathy and the best thing is that it continues to bet from the professionalism and commitment to give voice to the difference.

Claudio Petit-Laurent.. El Joven de la Perla. Oil on wood. 30 x 30 cm. 2023. Image courtesy of the gallery.

Inéditad Gallery, thanks to its founder Luis López, its collaborators and the infinite possibilities manifested in the works of the artists it represents, is a gallery that has demonstrated its capacity and courage to stimulate the sensibility of the public through art and seduce a generation that moves between the glass window and the analogical story. Inéditad is a nomadic gallery that has gathered around it a community of artists and has moved the context with exhibition projects that think about LGTBIQ+ art without prejudices.

Pepa Salas Vilar. Las marcas del arcoiris. Oil on canvas. 40 x 50 cm. 2022. Image courtesy of the gallery.

Pride and Prejudice was inaugurated. An exhibition that brings together the works of sixteen artists: Abel Carrillo, Alex Domènech, Carlos Enfedaque, Silvia Flechoso, Jamalajama, Daniel Jaén, Claudio Petit-Laurent, Jean Carlos Puerto, Fernando Romero, Pablo Rodríguez, Pepa Salas Vilar, Jack Smith, Pablo Sola, Bran Sólo, Elia Tomás and Utürüo. Painting, illustration, photography and digital art are the manifestations that bring into dialogue around fifty neatly threaded pieces, in a discursive line that discusses such a latent phenomenon as discrimination. To achieve this, the artists invited to the exhibition question themselves whether: Does discrimination exist within the LGTBIQ+ collective?

Pride and Prejudice Official Poster. Image courtesy of the gallery.

With approaches on and from the body, the proposal invites to celebrate diversity, proposes to question and self-question the prejudices and attitudes of society against the collective. Pride and Prejudice is a space for dialogue about the constructs imposed on us by society. It is also an oasis in which to deconstruct with tolerance and respect the subjectivities that sometimes prevent us from approaching the production of the participating artists, simply because "the beautiful" does not fit in an androgynous body. The subjugation of stereotypes are pressed with determination to find the beauty of diversity in other palpable facets of reality.

Pablo Sola. All men are dogs. Photography. 2014. Image courtesy of the gallery.

Throughout these three years Inéditad has stimulated the vindictive projection towards bad practices, has questioned estates around the LGTBIQ+ body and the most admirable thing, is that these capacities have resurfaced around the dialogue and the visual narrative of the stories that are told from the visual: Artworks that are people, art that is, per se, humanity. Overcome impositions and accept what is different in order to continue fighting against homophobia, biphobia, lesbophobia or transphobia and defend the equal rights that all the acronyms of the collective deserve in our community.

That's Pride and Prejudice: One creature, the happiest in the world. And maybe other projects and other people have said it - or felt it - before, but none so fairly.

Silvia Flechoso. Hola, soy maricón. Oil on canvas. 73 x 54 cm. 2023. Image courtesy of the gallery.

From June 8th until June 22nd you can visit Pride and Prejudice. Carrer de Palau núm. 4. Canal Gallery space. Barcelona.